La serie "Girasoles" de Vincent van Gogh es una de sus obras más reconocibles y celebradas. Consta de dos series principales de pinturas: una creada en París en 1887, donde los girasoles se representan tumbados, y otra en Arles en 1888, que muestra girasoles en jarrones.
Los girasoles tienen un significado importante en el contexto de la vida y el arte de Van Gogh. Representan gratitud y amistad, especialmente en el caso de la serie de Arles, destinada a decorar la habitación de huéspedes de su amigo Paul Gauguin. También simbolizan la vida, la luz y la alegría.
Las pinturas son notables por su uso%20audaz%20del%20color, especialmente los tonos de amarillo, que eran de particular interés para Van Gogh. La técnica de impasto, que consiste en aplicar la pintura en capas gruesas, añade textura y dinamismo a las obras.
Existen varias versiones de los "Girasoles" y se encuentran en museos de todo el mundo, incluyendo el National Gallery de Londres, el Van Gogh Museum de Ámsterdam y el Neue Pinakothek de Múnich. La autenticidad de algunas versiones ha sido objeto de debate a lo largo del tiempo.
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